miércoles, 6 de octubre de 2010

Llegada a Hong Kong

El pasado lunes 27 de septiembre, el Galeón Andalucía arribó en la Terminal Internacional de Hong Kong para abrir sus puertas al público durante 4 días. El recibimiento de autoridades locales e instituciones españolas a nuestra llegada, estuvo marcado por el ritmo de la danza del dragón; un baile que se representa sólo en ocasiones especiales.

Debemos asumir que la navegación desde Taiwán hasta este puerto fue a pedir de boca; las maniobras de Trinquete y Mayor se realizaron con rapidez y coordinación, y pudimos jugar con los vientos durante toda la travesía. La tripulación, fundamentalmente las nuevas incorporaciones, se defiende aprendiendo a jalar de brioles, soltando la escota que muere en la cornamusa de la cubierta principal, y que nunca uno sabe dónde está.

Lo cierto es que, desde que salimos de Shanghái, aún no he podido hacer comentario alguno sobre la tripulación, que es el referente que nos ocupa durante el tornaviaje, al igual que ocurriera en la ida. Se han producido notables cambios que afectan, no sólo a la marinería, sino también sobre las interacciones entre unos y otros, o el funcionamiento de las tareas cotidianas. Para que nos entendamos, de los 26 miembros de la tripulación actuales, sólo 17 de ellos son tripulantes que realizaron la ida (Sevilla – Shanghái), lo que implica que hay 9 individuos que comienzan el periodo de adaptación: a la mar y, lo que más nos interesa, a la vida a bordo. A las nuevas incorporaciones que subieron en Shanghái se les presenta un mundo muy diferente al de tierra: deberán adaptarse a un sistema normativo y de convivencia que lleva 11000 millas trabajándose y que se ha arraigado con fuerza en nuestras cubiertas.

Aunque, igual que se van haciendo un hueco en el grupo, paralelamente –con algunas reticencias debido a esa inercia en las tareas cotidianas que se han forjado en tradición milla a milla- aportan a la comunidad de Galeón en positivo: nuevas perspectivas, conversaciones sustancialmente diferentes, y roles por asumir.

Por otra parte, se ha producido un hecho notable en esta última travesía, con respecto a la anterior, ya que se ha incorporado de nuevo el “Almirantazgo” a bordo; un grupo compuesto por los responsables de las expedición y allegados, que aportará mucho juego en la convivencia del día a día.
Ahora, toca descansar en tierra.

Un saludo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En las Filipinas te quedaste...